domingo, 2 de enero de 2011
Adorno
Claudia Faci
En aquel parque, ya sin colillas, encontró rota una de las dos cuerdas que sujetaban la base del columpio. Intentó anudar la fina soga para sentarse y conseguir balancearse mientras esperaba una vez más, la cita que nunca alcalzaría. El nudo de ocho, que su padre le había enseñado, aguantó lo suficiente mientras comía cerezas en el asiento y sus pies le balanceaban. Tal vez su contacto consiguiera allanar el paso que los tallos de cerezas obstaculizaban, pero allí donde la desantendió no reemprendería su encuentro.
Ahora bien, andar por un radio de diez kilómetros, sin perder de vista las mismas huellas que halló hace años, como buen animal de costumbre, reincidiendo en determinados trayectos, limitandose a ir y venir, le proporcionaba cierta tranquilidad resistiendose a cambiar. Y no solo sus movimientos eran repetitivos, si no también su manera de pensar. Permitir que su pereza mental dominara su comportamiento, apareciendo una serie de trucos que le permetían decidir rápidamente y disminuir una reflexión profunda, coincidiendo con la incapacidad de reconocer los propios errores, le hacían no levantarse del columpio. Solo tenía que aprender a dejarse vencer poco a poco, entrenando los gestos más cariñosos o soberbios o ásperos, consiguiendo el perfecto atavío.
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Hola Oliva, Buenos días. Fíjate que me sucede cuando te visito una cosa: Por ejemplo, en este post, pones al inicio: Claudia Faci. Bueno, pienso que es la fotografía o pintura que colocas que pertenece a Claudia. Ahora cuando finalizo la lectura de tu relato, artículo y demás, me confundo y no se si el relato es de Claudia Faci o tuyo. Naturalmente es mi ignorancia. Pero a la hora de hacer mi comentario, no se como hacerlo. Es que como siempre citas escritores y se que lees tanto y conoces a tanto autor, ya no se diferenciar.
ResponderEliminarEl relato me gustó bastante, espero que sea de tu autoría.
Muchos besos mi querida Oliva.
Me encanta tu forma de comenzar el año, y la década que comienza... Espero que sigamos viendonos durante otro año más. Me ha encantado conocerte ;)
ResponderEliminarMe gustó ese parque, ya sin colillas, ... je, je.
ResponderEliminarBesos, Oliva.
Protegiéndose en sus hábitos, en sus costumbres.
ResponderEliminarMe pregunto si sería otra persona al romperlos, al probar otras conductas no aprendidas.
Aunque fuera una vez..., desatar a su otro yo, a su yo impulsivo.
Un abrazo Olivita.
cuando los círculos que trazamos no son concéntricos
ResponderEliminaral menos debemos aspirar a que sean tangenciales.
porque irnos de este mundo
sin vivirnos es perder parte
de su fundamento
bst
pero nadie puede estar constantemente escondido, o disfrazado..no existe el perfecto atavío...sabes tu forma de narrar es como si lo hicieras desde una distancia infinita como si tú y tu yo narrador no quisieran darse la mano...
ResponderEliminar¿Que puedo decir, comentar o escribir sobre lo que has publicado? Dices muchas cosas en muy pocas frases. Destacaría esas rutinas que nos hace estar seguros y nos hacen creer que llevamos un escudo que nos protegerá ante los imprevistos que nos sobrevenga.
ResponderEliminarBesos Oliva
Mirar con ojos niños es la única forma de no perder la ilusión, Oliva Ex-Lemaki.
ResponderEliminarMuy bonito y reflexivo tu texto.
Un abrazo enorme.
Este relato me deja un sabor amargo, como si un abandono pudiera dar lugar al fin de la voluntad, como si pudiera anestesiar tanto a la persona para evitar que tome sus propias decisiones.
ResponderEliminarBesos.
"vencido" en el compás de un columpio que sólo se ocupa de la postración,de no querer ser,de estar indefinidamente abandonada la voluntad
ResponderEliminarAbrazos
Lo que un día se perdió, puede que nunca vuelva a recuperarse. Sin embargo seguimos con la constante en el recuerdo.
ResponderEliminarFeliz Año Oliva.
Abrazos
Así nos sentimos a veces, como un adorno en el columpio abandonado y roto de la vida.
ResponderEliminar¿Y Claudia Faci?... la recuerdo como marioneta o muñeca rota en un reportaje de tv (pero olvidé cual era el personaje)
Nostálgico texto, amiga Oliva. Me voy a quedar con el dato positivo de 'saber hacer el nudo de ocho' que le permitió seguir esperando mientras se columpiaba...
abrazos :)
La inercia del columpio, muy buena metáfora.
ResponderEliminary la foto es impresionante.
ResponderEliminarARA ET PENSO
ResponderEliminarAra et penso -tan lluny-
i t'invento un posat expectant,
perquè m'omplis la tarda.
Cada mot es un món
amb rius i mars i pobles,
i una cambra en silenci.
Que pròxims els teus ulls
quan t'invento un posat expectant
perquè m'omplis la tarda.
Espero el teu correu...
Yo lo siento por los que fuman (o fumais?) pero mucho mejor comer cerezas...
ResponderEliminarQue intenso ¡¡¡ Pero es cierto, que a veces convertimos nuestra vida en un columpio, volviendo una y otra vez sobre los mismos espacios, ya vacíos, sin ariesgarnos a darle una oportunidad al futuro.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz semana Oliva
Tonet (http://lunamentirosa.microarkhe.org)
Siempre he pensado que el cerebro humano es nuestro gran enemigo... y en momentos en los que estamos esperando sin más podemos pensar cada cosa...
ResponderEliminarBesicos
Oliva, te conocí como lemaki en 2010 y me deje llevar por tus aventuras para mejorar el alma y ¿sabes que? la mejoran y muy bien... 2011 será un año en el que seguiré por aqui, te lo aseguro. Muchas gracias
ResponderEliminarBuen 2011 y nos seguimos leyendo
ResponderEliminarBesito
Holaaaaa...mmmm....me ha gustado esa metáfora del columpio. ¿Que tal el año nuevo? Por cierto, es un honor para las chicas del El Club Negro que sigas nuestra novela. Gracias maja.
ResponderEliminarHe visto el efecto circular del vacio, del nihilismo, del sin-sentido.. y es asi, rpetirse y autocomplacerel propiovacio, pintado de algo, con colores y formas pero por dentro solo lo habita la nada...
ResponderEliminarBesos
Feliz 2011 y me ha gustado tu escrito.
ResponderEliminarBsos
a veces los tallos de las cerezas son obstáculos insalvables;otras veces son metafóricos desdenes,o impedimentos al camno que no llega.La espera tiene un poco de todo eso si na llegada se retrasa...o si no llega.
ResponderEliminarNo sé si narras de cerca o de lejos, pero me gusta
Cuando uno se perpetúa en un mismo sueño, acaba devorado por él. Anclados en el pasado, la realidad se disuelve y perdemos la noción del tiempo. Triste final el del soñador solitario.
ResponderEliminarBesos y feliz año Lemaki.
Estupendo texto donde los soñadores se quedan con sus quimeras atadas a un hilo. Melancólico.
ResponderEliminarBesos
Muchas felicidades para este año, dale vida a tus sueños y que la crisis económica pase de largo.
ResponderEliminar¡¡Feliz año 2011!!
Un abrazo.
yo también soy ex-fumadora (desde el 1 de enero de 2000)
ResponderEliminar:-)
La palabra "lembranza" significa recuerdo.
Al final mi post en castellano sería:
He estado donde nací y donde murieron mis antepasados y donde todo mudó y con el sol en lo alto fui al monte coger piñas para encender el fuego de la cocina de leña y asar castañas y como siempre que voy hice ensalada de recuerdos [ahora con vinagreta fresca.]
Agradezco el esfuerzo de ir a leer un idioma que no es el tuyo y el traductor que tengo en la página, aunque es mejor que el de google y otros que hay, no traduce correctamente siempre, claro.
Un bico (beso)
Cómo duele volver a la infancia así.
ResponderEliminarBesos. Feliz año.
:-(
ResponderEliminarMe he dado cuenta de todo lo que pierde el texto al traducir, las palabras que escogí lo fueron por la sonoridad y por la música de la rima y claro, al traducir no tiene ni ritmo ni música... en castellano tendría que escribir otro, (también sin comas)
...Como buen animal de costumbre...yo también vuelvo a leerte, y me ha encantado lo que he encontrado hoy.
ResponderEliminarBesos.
Arwen
En cada balanceo, en cada devenir se puede aprender un poco...
ResponderEliminarBesos abisales
Dejarse vencer, triste manera de empezar el año, mirar adelante y sin perder la ilusión, ya llegaran las tempestades y las sequías porque por mucho que queramos evitarlo, no siempre podemos.
ResponderEliminarFeliz año
Con una copa de cava,
y con toda mi ilusión,
brindo por mis amigos,
y con cariño os deseo,
de lo bueno, lo mejor.
Chus
siempre me dejas pensando, Oliva. es que lo dices tan certeramente bien! un perfecto atavío es tan caro!
ResponderEliminarsaludo tu mirada escritora y te deseo buenas aventuras.
abrazo
La vida es un gran columpio, que nos balancea a su antojo durante toda nuestra vida. Su vaivén es perverso y lo sabemos, así que nos agarramos con todas nuestras fuerzas, pero es imposible evitar lo inevitable: caernos. Lo que es importante es saber levantarse, sacudirse, lamer las heridas y seguir, aun sabiendo que nos volvamos a caer una y otra vez.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz 2011.
Es triste lo que ocurre a veces y mas triste no poder evitarlo. Un abrazo y Feliz Año 2011.
ResponderEliminarP.D. ¿Al final te dió tiempo hacer la tarta?
Conseguir el perfecto atavío, la quimera imposible...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
.Una imagen un tanto desangelada, de mujer fatal, de perro sin dueño. Biquiños,
ResponderEliminar"No es como el tobogán
ResponderEliminarEsa vil metáfora de la vida y la muerte
Ni como el subibaja, que siempre te deja a tu suerte
Y siempre baja.
No, no.
Yo voy a la hamaca..." ♪
Siempre opté por la hamaca y ahora caigo en la cuenta que quizás sea por ese vaivén seguro y repetitivo.
¿Eso es bueno?
No quiero más promesas de nuevo año y engañarme con que voy a cambiar y que este 2011 ya no seré cobarde.
Pero vendría bien bajarse de la hamaca alguna vez.
Hmm, me hiciste reflexionar y yo que venía toda llena de arena y despreocupación, jajaj.
Un abrazo inmenso y mis mejores deseos de un año feliz para vos!
:)
se dice que los humanos buscamos siempre la "ley del menor esfuerzo" y eso es aplicable a veces, (como en este caso) aún a costa de sumirnos en un letargo que no nos deja ni crecer ni avanzar
ResponderEliminaryo agrego que despues de un tiempo hasta el mas dejado se sacude un poco, es como "natural" querer cambiar algo cada tanto
besotes oliva
El hombre, animal de costumbres repetitivas. (y que no cambiamos, no)
ResponderEliminarMe recuerda la primera parte de tu relato un pequeño relato que tengo en La Bitácora titulado La cita.
Bss.
No por dejar de pensar dejamos de sentir...
ResponderEliminarHola Oliva,
ResponderEliminarLa supuesta clarividencia, que no es tal, ya que hay varios aspectos en el texto de Alis, que ella coloca estratégicamente para que podamos ver que nos está contando y que resultan claros en el desarrollo del relato. Con su intención, invita al lector a implicarse, cosa, por otro lado, la ruego constantemente pues al lector no hay que complacerle sino implicarle. De todas formas, te lo agradezco mucho.
En tu texto, no se me da... la clarividencia, me temo; Puedo ver que el personaje regresa a un parque que frecuentó en otro tiempo para reunirse con alguien que parece ser su padre o para recordar la relación que se negó con su padre, ya que el reencuentro no se producirá. Supongo que la posibilidad del encuentro hace que su padre todavía exista y que la relación siga siendo tan mala como cuando “la desatendió” o la abandonó. Supongo también que debe de convivir con un trauma no superado que han condicionado a “adornar” su carácter.
Das datos de un personaje testarudo y de costumbres que no está dispuesto a cambiar. También das datos y defines la pereza mental y lo resuelves dando un sentido aproximado al título.
No sé, no sé si mi interpretación pueda aproximarse a lo que nos has querido contar, pues las figuras retoricas que introduces en el texto se llevan demasiado protagonismo y desvían mi atención como lector.
De cualquier forma, es un buen trabajo. Intentaré leer algunas otras entradas para poder comprender mejor tu forma de escribir. La razón creativa, en su conjunto, que nos das en el título del blog
Gracias, abrazos y feliz año.
Cuesta un poco, o un mucho, darse cuenta de todo esto.
ResponderEliminarUno se acostumbra a casi todo.
Mientras mantengas la sonrisa todo parece ir de maravilla.
He escrito demasiados "todo"; no puedo eliminar ninguno.
Siempre me gusta como escribes
Besos, Oliva
Ío
El columpio estaba roto y lo ata con un nudo para seguir columpiándose y dejarse llevar. A mi me parece esto de lo más metafórico, si algo se nos rompe en la cotidianidad lo remendamos y continuamos la rutina. Si para ello hace falta adornarse con la misma sonrisa, se ensaya para que todo siga igual.
ResponderEliminarEso es lo que me ha sugerido tu relato pero lo más importante para mi era ese nudo, no sé por qué.
Un abrazo, guapa.
Sin colillas, algo falta.
ResponderEliminarEl perfecto atavío, demasiada pretensión.
Nuestros columpios eran ruedas de camión. Y el suelo no era blando.
Ah, tampoco teníamos teléfono móvil.
¿Cómo pudimos sobrevivir?
Besos de parques con nicotina.
Cada vez los relatos son más interesantes, así me gusta que empecemos el año con nuvos bríos e ilusiones
ResponderEliminarUn beso
He leído tres veces el relato, y sin embargo me tendrás que perdonar; creo que no estoy aún en la disposición mental adecuada para ver tan claro lo que otros parecen ver. Siempre he dicho que no me gusta leer los comentarios a priori para que no condicionen de alguna forma el mío. Esta vez los he leído y he sacado en consecuencia lo que anteriormente dije.
ResponderEliminarSalu2.
Adorno final
ResponderEliminarLa efímera belleza
de una estrella fugaz,
dos décimas brillando
y luego... oscuridad.
Quizás es lo mejor
que podía pasar,
pronto llega el olvido
con su tranquilidad.
Ignasi