
Banksy. “Balloon gril”
Entre tanta emoción, como cuando los naturalistas hallaron tigres a 4000 metros de altura, en las montañas del Himalaya, le sorprendió su hallazgo. Allí estaba, camuflado con un sombrero extrafino Iraca color azul. Pero el cigarrillo le identificó, al igual que su actitud fanfarrona y arrogante.
Como cantaba J. Drexler: "Nada se pierde. Todo se transforma". "Y se conecta. Estamos en todas partes. Pero no somos todo. Somos una célula pasando información a otra célula. Una porción delimitada y perdida en el reticulado del mundo. Vivimos en un archipiélago de cables y radiaciones. Un mar salado con redes de camalotes digitales. Nos escribimos de noche. Comentamos los hechos del día. Preferimos los mensajes instantáneos. Nos escribimos correos. Hoy me dijo que estuvo revisando su cuenta de mail. Para nosotros el monitor es un imán eléctrico, un condensador de energía, un dinámo. Apoyas la cabeza en la pantalla y te da amnesia. Cada tanto, sin embargo, necesitamos el contraste y salimos a la calle". Hablar De Mí, Autores Varios.
No hubo saludo, ni respuesta alguna a sus palabras. Sus zarpas habían rebasado suavemente su espalda y en un giro imperceptible, con mucho cuidado, sin que sus uñas dejaran marcas en un corazón aprisionado y sometido, desechó su presencia. Su voz ronca junto con los ojos enormes sonriendo ante la muerte inminente de su víctima, ignoró su presencia. Ella aprendió que los calabobos y los chubascos no importan, que nada equivale a la prórroga de la espectativa. Lo intuía y desatender era el alimento de las personas.