
Reclinando la parte superior del cuerpo contra la pared se asomó a la ventana del pequeño comedor y observó cómo una madre estallaba granos de la espalda de su hijo. Solo una madre se entrega de ese modo a su hijo, exprimiéndole las "espinillas" o comedones, en términos médicos, puesto que ese comportamiento, según los etólogos, tenía una fuerte función de atracción y vinculación entre los miembros de una pareja, una familia y una manada.
En ese momento echó de menos a su madre, hacía más de cinco semanas que no sabía nada de su familia. No había contestado ninguna de las señales que su madre le había remitido, ignorando las llamadas perdidas encontradas en su móvil. De camino a la cocina, se detuvo en la ventana analizando a su vecino. Vivía solo desde que su esposa falleció. Su principal entretenimiento era ver la tele. Sobre las once de la mañana, le visitaba una asistente, encargándose de prepararle la comida, limpiar su casa. Y mientras advertía la actividad de la auxiliar por el salón de la casa del vecino, consideró su aislamiento, necesitaba una compañera de piso. Mirar por las ventanas a los vecinos era como examinar un acuario.
Ese recipiente de metacrilato, en el que se hacía posible la recreación de ambientes subacuáticos y albergaba la vida de peces, invertebrados, plantas, etc, se trocó en su pasatiempo favorito. Consideró que la gente que visita un acuario "no asesina a las serpientes de mar ni a las ratas de agua ni a los peces cubiertos de lepra" sino que mira a través de los cristales y "aprende": haber pagado su butaca no le confiere otro derecho. Y eso es lo que ella hacía: descubrir las costumbres, los detalles, las manías, los gustos de los residentes del edificio.
Y entre tanto hallazgo descubrió a Virgilio López Lemus, Soledad: Te vas quedando solo. Apoyaste todo tu amor en los ancianos que te sonríen y luego se marchan. Escribiste páginas borrables y poemas de corta duración, como tu vida. Ni los libros leídos ni los más amados estarán contigo allá, que es dónde.
Abiertamente solo, vas pensando, en la noche, cómo engañar a la soledad con un monólogo, con un aplauso.
Uuuuuuuuuuuuuuuuuuuf..., qué difícil, ¡qué difícil!, ni eso tengo, peces en el acuario, pues palmaron.
ResponderEliminarUuuuuuuuuuuuuuuuuuuf..., qué difícil, ¡qué difícil!, uñas de porcelana de Ana no son aptas sobre mi espalda.
Uuuuuuuuuuuuuuuuuuuf..., qué difícil, ¡llegar aquí el primero, hoy, quería decir!
Uuuuuuuuuuuuuuuuuuuf..., qué difícil, quedarme solo, verás la de gente que aparecerá detrás, oigan, todos a la cola.
Un beso, deprisa, deprisa.
Soledad buscada, soledad encontrada. Aparta la soledad y utiliza mejor la entrada. Ver desde fuera uffff, mejor ver entre la gente.... No se es mi opinión, pero para gustos los colores. Buenas noches
ResponderEliminarMuy en la línea de La Ventana Indiscreta,no? y me recuerda a otra peli sobre el mundo voyeur... BUDDY BOY....
ResponderEliminarLo de quitar granitos de la espalda, es una muestra de amor indoncional, yo creo,jaja yo lo he hecho :D
Está bien observar a los demás y aprender de ellos. Sin olvidar que el verdadero aprendizaje lo da el detalle de observarse uno mismo, y entonces la soledad deja de ser engañada, para ser una cómplice aliada.
ResponderEliminarCreo que sí, nos llevamos libros, poemas, páginas y sonrisas. Todo eso siempre, formará parte de nosotros.
Que lo sepa Virgilio, le gustará.
Hay muchas clases de soledad, la soledad amiga, la enemiga, también la soledad acompañada, aquella que se siente un vacío muy grande cuando estando acompañada te sientes ignorada.
ResponderEliminarUn beso.
Me encanta leerte.
ResponderEliminarEsa combinación de las historias con la poesía final... uuuf.
Un abrazo!
Engañar a la soledad? No, la soledad es nuestra compañera durante toda la vida, aunque estemos acompañados de otras personas y no nos sintamos solos , ella siempre está con nosotros y cuando alguien se va ella está alli, o sea que la soledad la podemos interpretar de distintas formas como ya se ha dicho aquí, pero yo pienso que la soledad siempre nos acompaña, no importa en que momento hará acto de presencia pero está siempre con nosotros. Creo que es la más grande compañía.
ResponderEliminarBesos.
el problema no es la soledad, sino el no poder soportarla
ResponderEliminarbesos!
La soledad: ¿Existe? Creo que está en la mente. Si mantienes tu mente ocupada, te juro que engañas a la soledad.
ResponderEliminarMuy buen cuento corto. Me gustó esa forma de describir las peceras, y hacer una analogía entre pecera, dormitorios y seres humanos.
Saludos cordiales.
Gracias. Leerte es maravilloso. De nuevo: GRACIAS. Sí, con mayúsculas.
ResponderEliminarMucha luz.
Quién no está solo?
ResponderEliminarLos que tienen pareja?
Los que tienen familia?
Que miren bien.
Besos.
Qué difícil lo pones.Hablas de Soledad,con mayúsculas,como una rémora,como un dejar pasar la vida,como una quietud que despedaza.
ResponderEliminar¡Qué difícil!
Y si en la soledad buscada,querida o sobrevenida somos más nosotros mismos,más rama deshilachada de un árbol enfermo y agonizante.
¿Qué es la no soledad?No lo sé,porque camino entre muchísima gente y nadie me ve.
Saludos
Hay veces que pesa mucho y hay veces que somos nuestra mejor compañía.
ResponderEliminarPara mi la Soledad es imprescindible para el crecimiento: nacer y morir, los dos pasos más importantes en la vida de las personas, se hacen en soledad. Lo demás es engaño.
ResponderEliminarTu entrada me sabe a otoño, a las hojas que se caen ya secas sin hacer mucho ruido, como esa soledad que describes silenciosa de una pecera, sumergida también la tristeza dentro de ellas. La soledad más triste es la que no se elige.
ResponderEliminarUn beso. Bueno... dos para que no esté solo.
Un buen poeta, mi favorito de Virgilio; "Ojitos de miope". El poema le va muy bien a tu historia Lemaki.
ResponderEliminarAdoro la soledad, ha sido mi compañera fiel durante años y aprendes a vivirla, aunque hay momentos más difíciles de llevarla.
Besos.
Humm, la vida es demasiado breve y demasiado bella, para ir de espectadores por la misma; El cuadradito de una ventana es como el marco de la pantalla de una PC, un sustituto que nunca podrá colmarnos del todo.
ResponderEliminarUn beso.
Desde el diablo Cojuelo hasta hoy, siempre atrae lo que pueda suceder bajo tejados ajenos. Saber cómo, qué vive la gente normal. Yo a veces fantaseo y me quedo tan pancho.
ResponderEliminarLa verdadera soledad es la de espíritu, si nos sentimos llenos de nosotros mismos, tranquilos con nuestra alma, no tiene lugar la otra soledad la que es amarga y causa lágrimas. Pienso que todos los que gustamos de la escritura, somos seres solitarios en potencia, rehuimos mcuhas veces la compañía para disfrutar del teclado y de un libro...Amo a mis familiares, los adoro, pero también amo mi espacio privado.
ResponderEliminarUn beso.
La soledad no tiene por qué ser mala compañera, hay que aprender a convivir con ella, pero también tiene sus ventajas.
ResponderEliminarQue tengas un buen inicio de semana...
Un besín
hay una canción de Pablo Milanés "la soledad" que es una sintesis mágica y poética de esta sensación tan subjetiva que nos provoca tantas visiones
ResponderEliminarfelicitaciones pr el texto
besitos de luz
Muy bonita la metáfora del vecindario como los peces de un acuario. Tu personaje me ha recordado a la protagonista de una película que me encanta: Amélie. A mí la soledad me gusta cuando la escojo, aunque también he de reconocer que me asusta un poco. Contradictorio.
ResponderEliminarBesos!
Hoy voy a sumarme al comentario que te ha hecho Taty Cascada.
ResponderEliminarY no quiero escribir más, ella lo ha dicho todo; bueno, si ...... añado el gusto que tengo al leerte y lo que siento al hacerlo.
Besos, saludos, Lemaki
Ío
muy bien recreado el ambiente para hacer que esa soledad del título se haga pesada como una losa.
ResponderEliminarbicos,
No nos acompañan allá pero dan sentido a nuestro más acá tantas veces...
ResponderEliminarno sabía lo de los "comedones", no sabpia lo que significaba. Me pareció curioso ya que suelo hacerlo con mi novio todo el tiempo.
ResponderEliminarSaluditos! Al!
Profe Lemaki, llego algo retrasada pero tiene su blog con un tráfico...me gusta esa combinación de relato más cita y no conozco el poeta pero me han gustado sus palabras. Yo soy muy sociable y la soledad para mi es mala compañera.
ResponderEliminarUn saludo maja.
Extraño personaje. Buscó la soledad, que no responda cartas es lo que hace suponer y hurga en la vida ajena, ¿buscando qué?
ResponderEliminarMuy bueno el relato y curioso personaje nos has presentado. Saludos.
mariaorsa
La soledad buscada es placida, la soledad en el tumulto entretenida, la soledad compartida desesperanzadora. Todos necesitamos momentos de soledad, pero que no se convierta en costumbre.
ResponderEliminarSalu2.
curioso relato.
ResponderEliminarme encantó tu comentario en el blog de maría.
un saludo.
Que bien que me hace leerte, es como encontrar entre tantos vasos uno con esa bebida que te aclara la vida por un segundo e inmediatamente despues te embriaga. Besos y Gracias !!!
ResponderEliminarMe encanta que me visites, me honrra .
Un buen relato... no... eso es poco...creo... me gusta esa exploracion del personaje, la descripción... y la analogía de la pecera... como buen pez.
ResponderEliminarLa soledad... solo es mala si no se soporta... o si se torna en carga... ademas en dosis no muy grandes.
Besos
Si es que la soledad noe s buena compañera, aunque a veces más vale estar sola que mal acompañada...
ResponderEliminarBuen texto
Besicos
la soledad es saber que nadie te piensa ni te espera
ResponderEliminarQué bonitos son siempre los sentimientos que fluyen de tu pluma! Siempre me dejarás pensando, reflexionando sobre la vida... Esta vez sobre la soledad.
ResponderEliminarBesos;)
Lo siento lego tardiiiisssssiiimo!
ResponderEliminarA mi la soledad me gusta, me encanta mi mund ese donde yo me encuentro conmigo misma y soy yo al 100%, Tal vez me guste por que cuando me apeo de ese mundo y miro a mi lado tengoa alguien que me mira y me hace sentir feliz. Seguro que lo mio no es soledad y por eso me gusta.
Un besito y siento el retraso pero ando liadilla
La soledad, cuando no es deseada, es mala compañera. Me gusta estar sola, a veces, para tener mi espacio, pero no me gusta la soledad nada.
ResponderEliminarBss.
Lemaki vengo a darte las gracias personalmente ya que has sido de las pocas que ha visto más allá de unas bragas rojas, que por cierto eran blancas, lo dicho has tenido capacidad hasta de pensar en la destrucción de Amazonas, esta es la razón por la que las mujeres somos capaces de todo y más, no nos quedamos en lo superfluo.
ResponderEliminarUn beso guapa
Quiero tanto mi sublime soledad, pero como en la vida, tiene sus momentos.
ResponderEliminarBlog de visita obligada el tuyo.
Saludos
Muchos versos y letras se han dedicado a la soledad y este escrito desde luego no desmerece en absoluto...
ResponderEliminarAbrazos... y te sigo...
Se esta más solo cuando se esta rodeado...y uno no se encuentra..
ResponderEliminarEs un buen relato.
ResponderEliminarEn mi opinión, todos estamos siempre solos. A veces, una caricia: saber detectarla es mucho.
"Ser poco espontánea, poco comedida llega a cansar y aburrir..." dijo usted.
ResponderEliminarA ritmo de cencerrada y "tolones" vengo a decirle que en mi casa no hay dios que aburra, Lemaki, menos, usted.
Y fíjese si es sincero mi abrazo que, alargando tanto como puedo mis brazos en el saludo, en esta casa, justo en sus días de soledad, fui el primero y soy el último.
Ahora, vuelva a repetirme lo que dijo.
No es reproche, sino beso... soy flamenco.
Muy buena narración, nunca olvidar que la soledad es parte del camino por donde transitaremos, me gusto mucho.
ResponderEliminarBesos
La soledad no es mala si es elegida. Contrariamente el el espejo del alma nostálgica que hace del presente algo tan etéreo que pasa sin darnos cuenta.
ResponderEliminarMe gustó mucho tu escrito. Yo tengo una excelente relación con mi soledad, es decir, cuando me toca estar solo, actualmente no lo estoy. No es traumática para mí, por suerte!
ResponderEliminarBESOTES GUAPA!
Muchas gracias por tus comentarios, tan cordial como siempre.
ResponderEliminarBESOTES!
La soledad nos acompaña siempre, incluso cuando creemos no estar solos, ella se convierte en sombra, que a parece a ratos y siempre nos acompaña. Nos hace, nos dibuja y desdibuja, se nos mete en las entrañas, hiede en nuestras sábanas... La soledad, al final, la única aliada
ResponderEliminarEhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh...!
ResponderEliminarPuedes estar solo pero no sentirte solo,si sabes disfrutar solo por el simple hecho de estar vivo y tener todos tus sentidos,disfrutar con la vista de la naturaleza y el mundo y cuando seas capaz de disfrutar solo por eso nunca te sentirás solo,por que desde una hormiga,un pájaro,un niño que te sonríe o que juega y se divierte,o una persona que no conoces te sonríe,ver salir o ocultarse el sol,en fin muchas cosas que cuando eres capaz de disfrutarlas nadie te las puede quitar.
ResponderEliminarMe gusta la soledad en compañia...
ResponderEliminarBesos desde un faro en mitad del mar
Mar
Hay muchas veces que estás rodeadísima de gente y estás más sóla que la una o...por lo menos, te sientes así. Espero que no te sientas sóla.
ResponderEliminarEscribes muy, muy bien.Envuelves no sabes de qué manera.
Besos.