
Sentada en un velador de cristal, observa detenidamente el vaso de tubo que contiene té con limón de una determinada marca comercial cuando al sentir el frío de los cubitos de hielo consideró: ¿cuántas capas de frialdad y escarcha es necesario para formar un cubito de hielo? ¿cuántas láminas o estratos gélidos, de baja temperatura se precisa para crear un trozo de hielo pequeño que se derrite más lentamente?
Pensó en muchos de los momentos superpuestos que él había configurado para moldear su corazón como la naranja helada de Miguel Hernández. Aquella ocasión en la que ella caminaba detrás de él, suplicando alguna explicación a su indeferencia. O por qué él había decidido iniciar ese idilio, flirteando con ella, seduciéndola para más tarde desoír sus necesidades. O arrastrando su novia al trabajo, presentándola a todos los compañeros como su futura esposa incluido a ella, con la que había compartido tantos secretos y emociones.
Y al escuchar pasar al heladero con su carretilla se transfiguró en la centinela del carámbano. Convertida en un gran círculo de hielo similares a los círculos grabados sobre cosechas, enfrió todo lo que había a su alrededor. Pero aquel hielo de la superficie de su río se acumulaba en mayor grado en el centro que en las orillas, sus brazos y sus piernas no estaban sometidos. Bajo la corriente constante y sumamente débil de su vida, se encontraba a la espera de girar, creando un remolino que por acción de la fuerza centrífuga produjese finalmente un círculo perfecto de hielo que progresivamente iría diluyéndose.
excelente relato lemaki, siempre es un gusto leerte y decubrir entre líneas pequeñas joyas
ResponderEliminarpara relacionar con recuerdos
un abrazo de paz
ten una semana genial
hay círculos perfectos
algunos dorados
que se disfrazan y se mienten
para luego dejarse caer en el giro de la rutina
Buena reflexión... tienes mucho ingenio.
ResponderEliminarla corriente de la vida gran dilema. Al final siempre se encuentra ese momento ese lugar en que nos sentimos verdaderamente libres.
besos con azucarillos
La huida provoca frío
ResponderEliminaren el tronco permeable de lo querible y deseado
La insolencia provoca frío
como una letanía inacabada de mentira y prensunción
La dulzura provoca frío
en el torrente efímero de la cobardía
Hay palabras hermosas
Hay caudales sonoros que agitan el pecho
pero,un buen día,la escarcha se adueña
del borde de un vaso cubriendo la hoz que segó
los húmesos vientos no solicitados.
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Excelente relato con metáforas muy bellas.
Abrazos
Un relato para gélidos amantes desconsiderados que se burlan de corazones enamorados. Me ha gustado la metáfora del hielo, es muy acertada Lemaki. El relato te ha quedado bordado. ¿Te has percatado que en una brevedad has dicho tantas cosas?
ResponderEliminar¡Fantástico! Un placer seguirte.
Besos wapa.
Gracias por tu participación en el Club Negro, Lemaki. Leyendo tu cuento-relato me pregunto ¿cuántos Migueles hay pululando por el mundo? Buena historia y muy real, por desgracia.
ResponderEliminarMuack.
Emma.
No hay círculo de hielo capaz de derrotar el ardoroso latido de un corzón enamorado.
ResponderEliminarSiempre triunfa el calor sobre el frío.
Un beso.
me encanta el té con hielo, de una determinada marca comercial... me ha hecho gracia este detalle, como si no quisieras decirlo por algo en concreto.
ResponderEliminarbicos,
Escribis muy bien amiga. Te felicito. Un texto que además de entretener te hace reflexionar.
ResponderEliminarBESOTES Y BUENA SEMANA!
Lo peor de estos corazones helados es que a veces acaban convertiendo todo lo que tocan en hielo. Y esos a la vez, a otros. Pero, ay, el fuego lo quema todo :-)
ResponderEliminarUn abrazo!
Lemaki, en mi blog tienes dos premios para ti. Pasa a recogerlos, con cariño y admiración.
ResponderEliminarBesos wapa.
Lemaki un relato frio que cala en el alma amiga.
ResponderEliminarMe gusta mucho como escribes y narras situaciones cotidianas
Besotes y buena semana
Muy buena historia. Bien escrita.
ResponderEliminarMe gustó leerte.
Saludos y gracias por la visita!
Veo que llevamos la misma gana de congelar.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Perseguir algo para después abandonarlo, es un circulo d juego peligroso, que mejor es congelarlo esperar el remolino y salir de ahí.
ResponderEliminarUn beso.
De salto en salto llegué a tu blog, y me ha encantado este post.
ResponderEliminarBesos de hielo
Muchísimas gracias por lo que me has contado de Amélia Rodrigues. Acabo de conocerla y ya me enamoró su voz. Tiene algo que embruja, ¿no?
ResponderEliminarEnhorabuena por tu Blog :)
Ay, cuanto donjuan y cuanto amor no correspondido hay! Lo siento por la chica,
ResponderEliminarBss.
Mar
Es muy boníto tu nuevo relato... me ha gustado mucho tu última frase... tenemos tantos momentos de escarcha en nuestras vidas... muy bueno
ResponderEliminarno hay mejor sabor
ResponderEliminarque el del hielo derritiendose
entre nos labios
bst
Es increible, pero siento que esta vez no deseo descongelarme...por dentro.
ResponderEliminarEscribes precioso.
Te leo, y siempre surge la misma pregunta luego de hacerlo: Quién eres?
Besos
Escribes de pelicula... me gusta.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias por visitar mi espacio, de esa manera he llegado a tu Blog. Leí tu escrito, y es el segundo que leo de descongelamientos y congelamientos. Te puedo señalar que me gustó, usaste las metáforas adecuadas, y lograste el objetivo, hacernos reflexionar.
ResponderEliminarUn beso, te sigo.
A veces el frío del desamor invade nuestros corazones y hay amantes gélidos en emociones. Me ha gustado sobre todo el final.
ResponderEliminarUn saludo Lemaki.
La traicion se asemeja
ResponderEliminarmucho a ese cubito de hielo
empieza por enfriarlo todo
y acaba diluyéndose.
Un excelente relato
Besos
Sinceramente precioso*O* (Sin palabras)Sigue así, deleitándonos con tus escritos.
ResponderEliminarMuchos besos^^
Permitiré que mi hielo progrese, todavía.
ResponderEliminarAntes de introducirlo en el congelador de nuevo, lo he bañado de arena. Así, cuando descongele y expanda, podré decir:
¡Anda... el gran Big-Bang!
Cálido beso.
genial tu relato..perfectamente bordado...yo tambien me e topado con algunos gélidos corazones
ResponderEliminar¡Bien! ¡Me gustó tu último comentario!
ResponderEliminar¡Ofréceme matrimonio!
Un beso.
Hola Lemaki; el regalo es tuyo, lo dejas en el blog y listo. Es como un cuadro. Puedes compartirlo con quién quieras o no. Es tu decisión. Si quieres premiar a otros hace una entrada como yo y dices y citas a los blogs premiados. Funcionan así los premios, son detalles de seguidores que le gustan tu blog y es una manera de demostrarlo.
ResponderEliminarTú disfrútalo amiga que te lo mereces. Has entrado con fuerza en la blogosfera y fíjate cuanta gente te comenta con el poco tiempo que llevas, eso significa que gustas. No a todos los blogs les pasa eso. A Norma le sucedió lo mismo, en un mes se llenó de seguidores y si te vas fijando en otros blogs, también están premiados.
Besos wapa.
Tienes razon en no citar la marca comercial. Si quieren, que te paguen. Aunque hay una que domina sobre las demás, pero aun así ha de abonar su publicidad.
ResponderEliminarMe gusta este relato del hielo, porque es una forma de agua que se endurece pero que se ablanda con el calor, como el amor de muchas mujeres.
Cariños
Un gran relato, amiga lemaki, magníficamente escrito y aplicable a muchas vidas reales.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ojala se derrita ese hielo.
ResponderEliminarCon el tiempo eso es cada vez más difícil y en multitud de ocasiones acaba helando los corazones para siempre.
Besos.
Cuántos por qué nos presenta la vida. Son dificiles de responder ni a través del hielo que nos escarcha el alma.
ResponderEliminarUn saludo.
mariarosa
Vengo a devolver tu visita a mi lugar me gustó mucho el tuyo te sigo desde ya nos leemos y gracias,saludos Uruguayos.
ResponderEliminarLemaki, gracias por tus amables palabras en mi cobijo.
ResponderEliminarEspero que la gelidez de ese hielo se derrita por el calor de tus palabras bien enlazadas.
Bonito relato, bien narrado.
Un saludo afectuoso.
Que buen relato... una imagen tras otra... una asociacion intensa y profunda...
ResponderEliminarEl hielo se derrite, solo es un invierno compensando el vacio y la soledad... o el temor... pero se derrite.
Besos
Hola Lemaki.
ResponderEliminarJustiniano comenzó con el 1 no con el 35.
Buenos días, que se me había olvidado.
Besos.
A veces un poquito, aunque sólo sea un poquito de calor, es suficiente para derretir una montaña de hielo, seamos un poco optimistas y no perdamos la esperanza.
ResponderEliminarUn relato para pensar.
Un beso, Lemaki.
Él...un misógino...
ResponderEliminar...Ella... una dependiente que no se quiere nada, con el autoestima por los suelos...
...La novia, una ignorante u otra como ella...
...La escritora del relato...una artista...
Me ha encantado...
¿Por qué hay hielos que se derriten antes que otros?
Me has transportado a una experiencia vivida, pero que terminé rápidamente , en cuanto me percaté de ello.
ResponderEliminarGenial relato Lemaki.
Felicidades por tu blog.
Saludos
Yo fui hielo y -como buena extremista que soy- me he convertido en fuego.
ResponderEliminarAbrazo Te
Hermoso post.
Ari
Hola:
ResponderEliminarNo tienes nada nuevo, y me he quedado aquí en este post.
El hielo, a veces, se puede quedar en el corazón.
Un beso.