
Reencuentro, miradaalarte.com
Se conocieron cuando comenzaron a estudiar en la universidad. Poco a poco, entablaron una buena amistad, entre clase y clase se buscaban y permanecían juntos, estudiaban en el piso que él usaba en común con otros compañeros, paseaban por aquella ciudad desconocida para ambos, compartían cigarrillos y así lentamente, su presencia extendío una transparente neblina sobre ella logrando un preciso encantamiento o tormento. Hubo alguna ocasión en la que asistieron y compartieron ciertos espectáculos que nunca olvidarían, como aquella primera película totalmente creativa e innovadora de cine independiente o la primera exposición de pintura que contemplaron y les sorprendió.
Terminaron sus estudios y cada uno regresó a su pueblo, donde se dedicaron a buscar trabajo y a continuar con su vida. De este modo tan sencillo, cada uno se extinguió como una cuerda tensa que se rompe, con un chasquido seco y terminante. Siempre pensaron que Todavía les quedaría una oportunidad, que esos todavías eran posibles con el derribo de aquel muro que les distanciaba, albergando ciertas esperanzas al respecto.
Con el paso del tiempo cada uno encontró una pareja, rehicieron sus vidas en ciudades alejadas, sin ningún tipo de contacto entre sí, constituyendo sus propias familias. Veinticinco años después los compañeros de universidad se volvieron a encontrar con mucha curiosidad y alegría para celebrar aquel singular aniversario.
Y entonces al regresar al punto de partida, con veinticinco años de diferencia, algunos órganos descolgados, junto con barriga, arrugas, calva incipiente y sobre todo, muchas canas, se produjo el acercamiento. A pesar de todo, él no percibió apenas diferencia y ella lo encontró tan atractivo como entonces.
No se reunían desde aquella época, aquellos años de juventud, contemplandose y revisandose con atención. Hallarse fue un encanto, una necesidad para los dos, una deuda pendiente. Y eso es lo que hicieron a partir de aquel momento, disfrutarse con la intimidad absoluta, bebiendo y sorbiendo de sus voces, de sus cuerpos, de sus besos.
Ana Rosseti prestó y transfirió sus versos: Si con Noviembre un penetrante nardo ahogara los temblores de mis sábanas. Si lágrimas de lluvia diluyeran sucesos anteriores, y de mis ojos cayeran como hojas de otoño, desnudándolos. Si el tiempo desandase hasta cuando era inocente todavía y quieto y transparente. Y si, además, pudiera apresurarse, desplegar el velo que mi mirada contuviera, antes de que la suya alcanzara. Antes de que sus ojos sorprendieran en los míos el hechizo de Lucifer.
Ni con la edad tenemos por qué tener el hechizo de Lucifer. El amor siempre viene de lo positivo. No hace falta que el tiempo vuelva atrás ¿tu no guardas tu alimita de niña?. Si así fuese, si la hubieses perdido, nunca podrías escribir así.
ResponderEliminarSe encontraron, a través del tiempo y los cansancios, encontrando una vida que se abrió para ellos...
ResponderEliminarSí, la edad te da muchas oportunidades, obviamente.
Un abrazo, Lemaki!
Bonita historia, Lemaki.
ResponderEliminarTriste para las parejas de ambos.
Un abrazo.
Me ha gustado esta historia. La vida y sus tremendas sorpresas.
ResponderEliminarMe gusta como escribes. Mucho.
Un saludo
Ser sincero es una virtud y eso habla bien de ti siempre.
ResponderEliminar=D
Un abrazo enorme.
Fíjate Lemaki, hace tan sólo un par de días me reencontré con un compañero de universidad en un encuentro de la promoción y me pasó exactamente, lo mismo. En mi caso sólo es amistad y no encontré diferencia después de casi quince años. Parte romántica no existió pero una verdadera amistad y complicidad si la hubo y creo que la sigue habiendo. Por cierto, de Ana Rossetti leí "El botón de oro", su novela policíaca y sus relatos eróticos; "Alevosía".
ResponderEliminarUn saludo maja.
Fantástico relato! A veces el tiempo te hace estas jugadas inesperadas. Conozco tres casos iguales al que contás en tu historia. La vida siempre te prepara alguna sorpresa. Muy bueno.
ResponderEliminarMuchas gracias por el hermoso comentario que me dejaste.
BESOTES GUAPA Y A SEGUIR DISFRUTANDO DEL PUENTE!
Un buen relato, pienso que quizás cuantas veces no sucede ésto con algunas ex-parejas. Terrible para las parejas de ambos.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Me ha encantado la cita de Ana Rosseti. Es increible que a veces el paso del tiempo no puede destruir algo que otras veces se diluye. Preciosa historia... Es una pena que perdamos en el camino a ciertas personas que nos importaron. Pero qué dulce reencuentro...
ResponderEliminarUn abrazo.
qué buen texto!! parecido a muchas historias reales.
ResponderEliminarlo significativo, es que ¨esos todavías¨ de aquellos tiempos...no quedaron pendientes. dicen que todo llega!!
buen finde.
kisses
A veces los tiempos no coinciden hasta que el destino disponga.
ResponderEliminarBonita historia.
Un abrazo de reencuentros
Claro, el amor había reposado y se había convertido en Gran Reserva.
ResponderEliminarY cuando lo volvieron a catar no pudieren resistirse a su poder de seducción.
Besos.
Esas reuniones de bodas de plata son un peligro, jeje. Real como la visa misma, conozco varios casos.
ResponderEliminarMagníficos también los versos de Rosseti
Mejor tarde que nunca. 25 años, toda una vida. Quizá deberian haberse dicho todo 25 años antes. Me gusta que la vida de otra oportunidad. Bonito, Lemaki.
ResponderEliminarBss.
si te miro
ResponderEliminardesde la cercanía
explotas
exploto
bst
Queda la duda, de todos modos, de cómo habría sido en su otro momento. Porque hay quien dispone de dos momentos, pero según cual se elija vivir, la historia es una u otra, muy diferente.
ResponderEliminarEstaban enamorados hasta las trancas, no se puede atar al amor, se verían hermosos aunque estuvieran con un pie en la tumba. Así es el amor, un puro imán.
ResponderEliminar¡Que historia más bonita nos regalas! Parece que estemos predestinados a ciertos amores a pesar del tiempo.
ResponderEliminarEnriqueces Lemaki.
Besos wapa.
Tus relatos me envuelven en realidades con sabor a nostagia,morriña de amistades olvidadas en los cajones del tiempo que se encarga de separar caminos y distanciar amistades.
ResponderEliminarPor otra parte la autora que mencionas la conozco por su premio en el 91 de "La sonrisa vertical",con un libro de relatos titulado "Alevosías"
Un besote cielo
Lemaki,me encantó tu realto,precioso.
ResponderEliminarEspero que te guste la entrada de Más allá del Laberinto.
Hasta pronto.
felicitaciones un relato muy bien entrelazado
ResponderEliminarlas ideas claras y el sentir dosificado
reencontraese así es un buen comienzo sin duda
auqnue existen otros reencuentros menos afortunados
besitos de luz
buen inicio de semana
No, no aparta a dos almas amadoras
ResponderEliminaradverso caso ni crüel porfía:
nunca mengua el amor ni se desvía,
y es uno y sin mudanza a todas horas.
Es fanal que borrascas bramadoras
con inmóviles rayos desafía;
estrella fija que los barcos guía;
mides su altura, mas su esencia ignoras.
Amor no sigue la fugaz corriente
de la edad, que deshace los colores
de los floridos labios y mejillas.
Eres eterno, Amor: si esto desmiente
mi vida, no he sentido tus ardores,
ni supe comprender tus maravillas.
(Shakespeare)
Me gustó el "Todavía" con mayúscula, es como un "siempre"...
Muy chulo, y esa erferencia a al infierno... y Lucifer... muy apropiada a las fechas.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
La vida va dando vueltas por eso resulta fácil a veces el reencuentro. Un abrazo
ResponderEliminarPrimitivo
Buena visión de lo que el corazón no pierde. En algún rincón por minísculo que sea, se mantiene inmutable como el bambú, fuerte, duradero y noble.
ResponderEliminarUn beso
Si esa situación que describes se produjo en la Universidad de Santiago y en los años 50, yo me constituyo en protagonista.
ResponderEliminarTodo sucedió como dices, pero todo continua igual.
Besos
Me ha estremecido, quizá porque me he sentido identificada con ella. Y sí, siempre queda una deuda pendiente, y el corazón parece no descansar hasta que queda saldada...
ResponderEliminarBesossss.
Creo que no se puede negar lo que el corazón nos dice, por muchos kilómetros que haya de distancia...
ResponderEliminarBesicos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQue bonito...como en los cuentos de hadas.Incluso con un poco de suerte las parejas abandonadas se conocen y descubren que están hecho el uno para el otro...
ResponderEliminarSaludos.
Sinceridad divino tesoro y el tiempo cruel enemigo. Precioso relato.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Arwen
Siempre hay hilos que nos devuelven a estados que nunca debimos dejar atrás.
ResponderEliminarBesos.
Lemaki, gracias por compartir esa historia conmigo. Sin duda tu primer comentario me dejó en ascuas y me alegra que lo terminases. Hace veintitantos años no es como ahora, tienes razón, todo era muy difícil. Me alegro de vivir en un país que ha avanzado tanto.
ResponderEliminarUn besazo maja.
Un feliz reencuentro
ResponderEliminarcuando detrás hay una
historia inacabada.
Muy buena la referencia final.
Besos
Eso es lo que tiene, que donde hubo fuego todavía se pueden prender los rescoldos, y esto es lo que ha ocurrido. También es un reencuentro con la juventud que tuvieron, que tratan de recuperar en un instante mágico, como si el tiempo no hubiera transcurrido.
ResponderEliminarLemaki, espero que tengas unos bonitos reencuentros :)
Un beso.
porqué será que no me extraña leer esto? decir que el amor puede extinguirse como una cuerda tensa que se rompe, creo, es tratar de tapar la el sol con un dedo. El amor puede parecer muerto, pero solamente juega a dormir, se toma su tiempo para despertar un día cualquiera y dar el presente activando nuevamente mil mecanismos que ni nosotros creíamos tener...
ResponderEliminarbesos
lindo :)
ResponderEliminarDonde hubo fuego siempre quedan cenizas. Para "mi generación" es todo un canto -precioso- a la vida y al amor. Gracias por regalarnos tu sensibilidad.
ResponderEliminarabrazos
Y estoy segura que lo volverían a repetir si pudieran volver a elegir pasar por las mismas circunstancias.
ResponderEliminarMe encanto!
Un beso
El amor verdadero perdura a pesar de los años, no importa si pasan 20 ó 50. Un abrazo.
ResponderEliminarhay amores perennes y pacientes como corredores de fondo que vuelven siempre a donde nunca se marcharon
ResponderEliminar¿Cuánto durará el hechizo del reencuentro? El de su relato, eterno será. El de la trama...se irá diluyendo en el hastío de la rutina.
ResponderEliminarLemaki:Aprecio la libertad, por encima de todo. ¡Adelante, pues! Comente usted lo que quiera, que yo contestaré lo que me apetezca.
El amor y su versión física tienen fecha de caducidad, como los yogoures. Lo demás, intereses, costumbre y miedo a volar libre.
Es un placer comentar sus inteligentes comentarios. ¡Gracias!
Así que ya notaba yo que una presencia espiritual me observaba desde la mirilla del portón de mi castillo interior.¡Qué cosa, mariposa!
ResponderEliminarLemaki de mis entretelas, el gusto que gusta a su gusto, es el gusto que gusta a mi gusto. Yo soy un poco "croqueto", y creo que lo cortés no quita lo "caliente". Usted ya me entiende...Saludo lemakiniano.
Dicen que el primer amor casi nunca germina. Este relato viene a contradecir el dicho, difícil, pero a veces puede ser cierto.
ResponderEliminarSalu2.
Precioso, hay que coger el tranvía cuando se puede, con el tiempo todos maduramos.
ResponderEliminarUn beso
Lucifer es muy engañador...dulces?
ResponderEliminarmar
ALZHEIMER
ResponderEliminarAquest és el nom del meu rival.
Qui t'allunya de mi.
Però com si es tractés d’una altra dona
envaint-te el pensament, lluitaré
per defensar un minut d’amor.
I si cal, aprendré, com tu,
a acariciar la seva pell,
a endinsar-me en la boira del desvari.
A compartir-te.
Alzheimer
Ese es el nombre de mi rival
El que te aleja de mí.
Pero como si se tratara de otra mujer
invadiéndote el pensamiento, lucharé
por defensar un minuto de amor.
Y, si es preciso, aprenderé, como tú,
a acariciar su piel,
a adentrarme en la niebla del desvario.
A compartirte.
Cèlia Sánchez-Mústich
Historias de reencuentros que no siempre suceden. Me gusta esta esperanza.
ResponderEliminarUn abrazo!
Hay amores que atraviesan indemnes los arduos pasajes del tiempo, que se sostienen a pesar de todo, que saben esperar, que confían ciegamente en el corazón que los lleva adelante, que suelen confundirse algunas veces, pero siempre llegan al sitio correcto.
ResponderEliminarBravo por ellos.
Un beso.
Me alegro de que hayan segundas, terceras y cuartas oportunidades.
ResponderEliminarQue sumes hijos de dos en dos.
Que tus sueños se cumplan.
Que la memoria te permita disfrutar.
Que compartas -que buenas letras- en tu estupendo blog.
Y me alegro de haber oído tu risa en Art Llum.
Yo encontré un cálido refugio en "Coses que vull dir" -petons a Mô-.
Enfín, como dijo el poeta Joan Margarit:
"La poesia potser no es gran cosa,
pero la intemperie es més dura sense els versos"
Versos/Beso
Brazos/abrazo
25 años no son nada, para quien piensa que hay amores que vienen siguiéndose y persiguiéndose, de otras vidas.
ResponderEliminarY no dudo que el momento del encuentro debe ser maravilloso.
Todo el universo ha conspirado para que ocurra.
:)
¿cuántas veces la vida juega caprichosamente con nosotros? Somos canicas en las torpes manos de un niño.
ResponderEliminarSaludos.
¡como me ha gustado! me veo en esa misma situación "deuda pendiente" y me digo: ¿algún día habrá encuentro? gracias por saber plasmar mis sentimientos
ResponderEliminarA veces el destino es caprichoso, pero lo que es cierto es, que lo que tenga que ser...será.
ResponderEliminarMe ha encantado la entrada, pero creo que es una historia que llego tarde, como cicatrizando... tiene regusto a tristeza.
Besos desde la roca que me cobija
Mar (... La vendedora de humo)